jueves, 10 de mayo de 2001


EL ENTIERRO DEL GITANO
(Una especie de cuento real )

 

El día de mi cumpleaños falleció un gitano.

El  deceso tenía cierta trascendencia ya que el muerto había sido hasta entonces  como el jefe, cacique o algo por el estilo  dentro de su grupo.

En Dolores hay dos casas velatorias pertenecientes a dos viejas familias dolorenses .

De esas cosas de pueblo chico o resabios vaya saber de que estúpida idea de distinción social, el hecho es que en Dolores ,por lo general ,las familias tradicionales eligen el servicio fúnebre de Conti,  aunque aclaro que no existen diferencias entre una y otra casa velatoria.

El hecho es que los gitanos teniendo en cuenta el alto rango del  muerto eligieron el servicio  fúnebre de los  Conti.

A qué viene esta aclaración , bueno, sucede que  dicha casa de velorios está ubicada  a pocos metros de mi casa y sin querer fui protagonista o víctima  de la singular despedida.

Los gitanos, son muy pintorescos  además de unidos y amigos de lo ajeno….

Para el velorio vinieron gitanos de todos lados, improvisaron en la vereda una especie de camping, con mesas, sillas y algunas botellas como para amenizar la despedida.

Por la noche mi cuadra  era un desfiladero de gitanos y  gente  curiosa que al no tener nada que hacer porque era jueves santo (y los jueves santo es de estilo estar aburrido),  paseaban en auto  para ver el inusual espectáculo.

 Pero retomando la oración inicial,  era el día de mi cumpleiaños e nvité algunos amigos y familiares a pasar un rato ,algo sencillo teniendo en cuenta que era Semana Santa y son fechas de guardar.

 La reunión estuvo amena y cuando los invitados decidieron irse  salí a despedirlos a la puerta .Allí estaba yo saludando a uno y  aotro cuando ,para  disgusto mío y sorpresa de los demás, observó que  "alguien" habían ingresado tranquilamente al parque de mi casa mientras soplábamos las velitas ? y  se había robado todas mis lindas flores del jardín.

Al pobre  jardín parecía que lo hubiesen arado o que había pasado un tornado por la cuadra, una verdadera sorpresa de cumpleaños,bah!.

Traté de disimular mi furia  para no estropear el final de la velada , pero al ingresar de nuevo a mi casa tuve una sospecha, miré el reloj y me dije,  en los velorios  alguien debe quedar de guardia seguramente.....

 

Entonces llamé por teléfono a lo de Conti y le pedí al señor que me atendió que me hiciera  el favor de fijarse que había dentro del cajón del gitano o en sus alrededores, si había algún talismán, fetiche, crucifijo o algo que le llamara la atención ... que era de sumo interés para mí obtener esa información .

A los pocos minutos y luego de verificar esta persona me dijo que dentro del cajón había montones de flores, que había pensamientos, margaritas, petunias  y además  me comentó  si no me parecía un detalle de buen gusto de parte de  los gitanos.

Hervía de rabia, y juré venganza en un primer momento, pero luego recapacité y pensé que debía perdonar, que  era Semana Santa y que quizá era una buena oportunidad de enviar  flores al cielo.

 Bueno, puedes despertar si te has dormido de aburrimiento  , la anécdota ha terminado y puedo asegurar que fue real, así como la cuento.

                                      M.Cecilia Repetto